Javier tiene 47 años, llegó a la Fundación Altius a través de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid donde había acudido al haber agotado todas las prestaciones y ayudas.
La derivación de Servicios Sociales determinó su entrada en el programa de Altius con el que, además de acompañarle en la búsqueda de empleo, la situación económica de la familia requería apoyo en la cobertura de necesidades básicas de alimentación.
Abordar la crisis personal
Pero además de dificultades en el aspecto económico, en muchas ocasiones es el estado psicológico lo que necesita una atención prioritaria para emprender en las mejores condiciones el proceso de encontrar empleo.
Es el caso de Javier, que estaba totalmente desesperanzado:
“Llegué a la Fundación Altius muy mal anímicamente, por mi edad me rechazaban en muchas selecciones y eso te hace polvo el ánimo.
Desde el primer momento me atendió una coordinadora que ha estado conmigo todo este tiempo, casi doce meses. Eso ha sido fundamental, me ha apoyado mucho, me ha animado a ir a ofertas de trabajo, me marcaba los pasos que tengo que seguir y eso te ayuda a que no pares.
También me sirvieron mucho los talleres que imparten para ponerte al día en cómo buscar empleo en internet, para trabajar en la motivación, en la autoestima, que es lo que más falta me hacía”.
Para los técnicos de empleo de Altius esta es una de las áreas más determinantes de las que hay que ocuparse. Los beneficiarios se encuentran por lo general poco motivados, con la autoestima muy baja y en la mayoría de los casos no cuentan con habilidades relacionadas con la búsqueda de empleo a través de nuevas tecnologías ni ven claro como reconducir su búsqueda a otros sectores laborales.
Reciclarse a través de la formación
Durante el desarrollo de acompañamiento de Javier, su itinerario de inserción laboral, le recomendamos hacer un curso de formación que enriqueciera su currículum vitae y le proporcionara especialización.
“Me alegro de haber hecho el curso de Comercio y Atención al cliente, estar en contacto con la gente, el profesor que nos motivaba mucho, entablas una amistad con personas que están en tu misma situación y sabes que puedes contar con ellos, tienes la sensación de ayuda por gente que no conocía.
Fue gracias a las prácticas que realizamos en Bricomart donde por fin conseguí acceder al mercado laboral, te da la oportunidad de que la empresa te conozca y la edad no fue ningún obstáculo, es un trabajo que me gusta mucho porque yo ya había trabajado de cara al público en tiendas, en hostelería, es lo que se me da bien. Les gustó mi forma de trabajar y al final me contrataron.
Ahora está en mi mano mantener el trabajo, o al menos ya sé que cuento con más recursos para ponerme a buscar si tuviera que volver a ello”.
Quiere dar las gracias a la Fundación Altius
“Estoy muy agradecido a la Fundación y sé que están ayudando a mucha gente, yo me veía sin posibilidades de nada y ahora estoy trabajando, no creo que lo hubiera conseguido yo solo porque estaba muy mal.
Por supuesto también me ha ayudado mucho el tema de los alimentos, ha habido momentos en los que no he tenido ningún ingreso y me ha salvado en parte lo que me daban aquí”.