Después de un parón en las actividades formativas presenciales hace unos meses, en la Fundación Altius vamos recuperando uno de los pilares de nuestra forma de ayudar: mejorar la empleabilidad de las personas con mayores dificultades para acceder a un empleo.
Uno de los formadores de Altius es Carlos Colmenares, nos cuenta cómo están siendo las clases en este tiempo de pandemia. La organización en grupos reducidos y las medidas de seguridad, marcan el ritmo diario de las clases.
¿Cómo está siendo la vuelta a la formación presencial en Altius?
La recuperación de las actividades de formación ha sido bastante singular por razones obvias, pero las ganas de seguir progresando sigue intacta y ahora más que nunca ya que el panorama laboral pinta bastante mal, la gente tiene que reinventarse y prepararse, gracias a los programas de formación de la Fundación Altius, estos colectivos que están en riesgo de exclusión social tienen una oportunidad y el virus no será un excusa.
Las medidas se han tomando al pie de la letra, explicando al alumnado el protocolo COVID-19, con grupos reducidos, utilizando la mascarilla en todo momento, guardando la distancia de separación social, ventilando y desinfectando las aulas con regularidad, además de la toma de temperatura a los alumnos y profesores y la desinfección de manos con gel hidroalcohólico.
¿Qué perfil tienen los alumnos en este curso tan atípico?
La mayoría de los alumnos son personas inmigrantes, parados de larga duración y pertenecientes a programas de inserción por algún caso en especial. Muchos de ellos son jóvenes menores de 30 años.
Tiene experiencia laboral en sus países de origen, y llama la atención su nivel de formación a nivel universitario, pero sin homologar, lo que hace más difícil la inserción laboral, por lo tanto deben comenzar desde cero.
¿Cuál es en términos generales su situación socioeconómica y las principales dificultades para encontrar empleo?
Su situación económica es precaria, reciben ayudas para necesidades básicas, algunos aquí mismo en Altius, así como de otras instituciones. Las principales dificultades para encontrar empleo se encuentran en la falta de permiso de trabajo, algo que no se soluciona a corto plazo por la situación actual de la pandemia, los procesos de regularización están tardando mucho, además no pueden demostrar la experiencia laboral aquí en España.
Además muchos de ellos, han dejado de estudiar en sus países de origen por el hecho de emigrar, y los demás casos tienen que ver con la falta de tiempo para formarse, ya que antes deben trabajar para poder mantener a sus familias.
¿Cómo ven su futuro en una situación social y económica tan complicada?
Uno de los retos de la formación es levantarles el ánimo y empoderarles para que puedan atender a las clases. Mi método de enseñanza se basa en hacerles sentir cómodos y en confianza, empatizar con ellos y darles esperanzas. La mayoría se siente motivada y quieren promocionar laboralmente para conseguir nuevas oportunidades socioeconómicas.
¿Se realiza algún tipo de tutoría o seguimiento personalizado?
En el programa de formación hay un módulo de competencias transversales, donde se tratan los temas de autoestima, autocontrol, inteligencia emocional, trabajo en equipo y comunicación, es aquí donde se saca provecho para que se puedan abrir y se desahoguen ya que todos viene con mucha carga emocional y desesperanzados por su situación.
Por otra parte se hacen tutorías con la colaboración del personal de la bolsa de empleo, tocando algunos temas como habilidades sociales y orientación laboral para la mejora de su empleabilidad.
¿Cómo se plantean en las circunstancias actuales la fase de prácticas?
Las posibilidades de prácticas en este momento son complicadas y el futuro es totalmente incierto, ya que las empresas no quieren arriesgarse por temor al virus y no quieren tomar a nadie en prácticas.
¿Qué expectativas de inserción tiene el sector en el qué se están formando?
Este curso es siempre se ha desarrollado con mucho éxito y los resultados lo avalan, las expectativas de inserción laboral han sido muy buenas en condiciones normales. Este curso de comercio y atención al cliente, es muy transversal y tiene mucho alcance en el contexto laboral.
¿Hay algún caso particular que nos quieras contar?
Cada caso es especial, son personas en busca de una oportunidad con historias muy duras de supervivencia, aún así, siguen luchando por un futuro mejor. Gracias a la fundación ALTIUS puedo poner mi granito de arena para que sus vidas sean un poco mejor.